Como todos, estamos en cuarentena. Con prohibiciones muy claras,
restricciones no tan claras y situaciones absurdas que nos lleva a todos
a situaciones limite.
Tengo una vecina justo en frente, puerta con puerta, la típica vecina a la que ignoras habitualmente.
Una joven maestra infantil que vive sola, en una complicada situación amorosa con su novio. Una de esas cosas extrañas, donde no sabes si el novio es novio o amante para pasar el rato.
No puedo decir que mi vecina sea fea, o poco agraciada. Tampoco he podido decidir nunca si realmente era simpática. Los encuentros se limitaban a una sonrisa tímida y a unas pocas palabras secas. En los pocos meses que llevamos siendo vecinos, no ha dado lugar a más.Pero el confinamiento y el aburrimiento que trae consigo, genera situaciones no esperadas.
- Buenos días!! como lo llevas?
El pequeño balcón de mi habitación daba directamente al suyo principal del comedor. Un balcón enorme en el que cabían una tumbona y una mesa. No la había visto, detrás de la mesa, tumbada, y en bikini, estaba tomando el sol, en uno de estos pocos días que el sol pega con fuerza. Si, tenia una constitución extraña, pero al verla allí en bikini, algo saltó. Era excitante, era el tipo de mujer que no estaba obsesionada con la linea, y un pequeño michelín se le marcaba justo por encima de la linea de la bragita. Pechos pequeños, caderas anchas, y como detalle HOT, unos enormes labios vaginales que se marcaban en la tela del bikini.
- Anda, te lo has montado bien.
- Tampoco hay mucho más que hacer y el sol evita las depresiones, deberías hacer lo mismo.
- Mi balcón grande no da al sol.
- Te alquilo el mio. jajajaj
Solo llevábamos una semana confinados, pero se notaba la ausencia de contacto social. Las ideas divertidas y la picaresca estaban en la mente de todos. No me lo plantee como una opción real, pero descubrí que la idea de compartir balcón, no era una broma.
Así comenzamos una rutina, en la que cada mañana salíamos al balcón para hablar, ella tomaba el sol durante los pocos días que hizo calor, yo intentaba no ponerme cachondo, o al menos que no se notara.
- Buenos días!!- la salude.- Hoy no tomas el sol?
Llevaba un pijama casi de franela, se intuía que tenia los pechos sueltos bajo camisa y el trasero carnoso se le marcaba entre la tela.
- Has visto el frio que ha empezado hacer? dicen que van a bajar más las temperaturas. Hay muchísima humedad. Y posiblemente llueva.
- Si cierto, esta como si fuera a llover.
Efectivamente, llovió. No demasiado, pero los días se alternaban, entre lluviosos, fríos o muy húmedos. No volvimos a vernos en tres días.
Pero como digo, hay una clara ausencia de contacto social. Y para mi sorpresa, una posibilidad que no me había planteado, sucedió. El timbre de casa sonó en mi puerta muy pronto esa mañana.
- Buenos días!! puedes venir un momento a mi casa?
No lo dudé, ni mi plantee nada, simplemente cogí mis llaves y entre en su piso. Ella llevaba un pijama similar al del otro dia, pero con camiseta de manga corta. Las temperaturas habían subido ligeramente. Me quede hipnotizado con el movimiento de las carnes de su trasero.
- Perdona, pero es que no quería hablar en el rellano. Ya sabes como están los vecinos controlando todo lo que se mueve.
- Si, es una pasada, están controlando todo el día quien entra y quien sale.
- Por eso. Pero nosotros estamos aquí un poco aislados, no damos ni a una zona con edificios. Estamos realmente muy apartados. Salvo por los vecinos de arriba y abajo. Y nuestros pisos están muy juntos. Parece incluso que sea el mismo piso al que han puesto una pared.
- Eso he pensado muchas veces yo. - No sabia a donde iba.
- Pues eso, que he pensado. ¿por que no nos hacemos un poco de compañía? Dudo que estemos infectados, y mal no hacemos a nadie.
- Pues mala idea no me parece.
Pues así pasamos la mañana, hablando de tonterías, juntos, los dos en pijama, en el comedor de su casa. En mi mente me imagine follando con ella, aunque sabia que con un novio que la visitaba solo para follar, estaba muy complicado, pero claro, hacia días que no se veían a causa de las restricciones.
De pronto empezó a reírse, había cogido el móvil tras recibir un mensaje.
- Que haríamos estos días sin los memes....
- No es un meme, es una noticia real.- Me pasó el móvil.
"Se recomienda no mantener relaciones sexuales, salvo que sea con la persona con la que se convive"
- Nada, a tomar por culo la diversión y el adulterio... comenzó a reírse.
Yo también empecé a reírme por aquella curiosa situación.
- Si, la noticia es un poco extraña y obvia no? es un poco WTF!! No hablan ni de protecciones ni nada... que extraño.
- Ya te digo.... Pero yo me pregunto, tu y yo vivimos en la misma casa?
Ahora entendía todo. Efectivamente, todos teníamos una clara carencia de contacto social, o directamente de sexo.
- Según lo que hemos dicho antes, si, es como si compartiéramos casa. - Dije sonriendo.
- Pues estas tardando en comerme el coño.
Me sorprendió mucho la forma tan directa en la que me lo dijo, pero estaba ya muy cachondo. No tarde ni un segundo en lanzarme encima de ella para besarla. Y como si quisiera cumplir sus deseos, baje hasta sus piernas para meter mi cara entre sus muslos. El primer mordisco suave que le di a los labios vaginales, aun con los pantalones puestos, me indicó dos cosas. Que tenia un coño muy activo y que iba a gustarme mucho comérselo.
No esperé. pues, a quitarle la ropa, y buscando hueco, metí mi boca entre sus piernas buscando con ansiedad poder chupar su clítoris. Ella abrió completamente las piernas, dándome acceso pleno a su coño, con los pantalones aun enredados en sus tobillos. Me sorprendió la enorme elasticidad que tenia pese a estar rellenita.
Si, su clítoris era fuego puro, y sus labios de una carnosidad sin igual. Comí y comí hasta ver como fluían líquidos desde dentro. Me dispuse a penetrarla.
- No tendrás preservativos por casualidad, verdad?
- JA!, te piensas que vas a metermela?
Me quede un poco sorprendido por la reacción tan cortante, pero vi que al mismo tiempo me quitaba los pantalones.
- En mi vida había tenido tantas ganas de hacer un 69. Con lo bien que lo comes, no te voy a dejar parar fácilmente.
Se puso sobre mi, poniendo su coño sobre mi boca, ella me sorprendió comiéndome la polla con ansiedad.
Fue un 69 salvaje, en el que los dos nos hundimos en el sexo del otro. Disfrutando y dando placer al mismo nivel.
Sentí como ella tenia un fuerte orgasmo mientras chupaba su clítoris con mi nariz casi dentro de su coño. Sus fluidos recorrían mi cara, y me ahogaba por la presión que ejercía ella queriendo sentir más mis movimientos bucales.
No pude evitarlo, entre jadeos, y espasmos, me corrí dentro de su boca, y ella al mismo tiempo pareció llegar a un nuevo estadio de placer, subiendo su nivel en el gran orgasmo que estaba teniendo.
En mi vida, una chica en la primera vez, me había comido la polla de aquella manera, o se había tragado el semen con tanta ilusión y deseo. Me miró a la cara sonriendo.
- Joder!! creo que nunca se me había ido tanto la pinza. -y empezó a reir. - Que sepas que me has desvirgado oralmente.
- Como? a que te refieres?
- A que nunca he tenido un 69, y que nunca he probado el semen.
- A, que sorpresa. Y?
-Que espero que en el cuarto puedas repetir lo que has hecho, y puestos a descubrir, espero que me descubras otras cosas también.
Ahora mismo la cuarentena no me parece tan mala.
Tengo una vecina justo en frente, puerta con puerta, la típica vecina a la que ignoras habitualmente.
Una joven maestra infantil que vive sola, en una complicada situación amorosa con su novio. Una de esas cosas extrañas, donde no sabes si el novio es novio o amante para pasar el rato.
No puedo decir que mi vecina sea fea, o poco agraciada. Tampoco he podido decidir nunca si realmente era simpática. Los encuentros se limitaban a una sonrisa tímida y a unas pocas palabras secas. En los pocos meses que llevamos siendo vecinos, no ha dado lugar a más.Pero el confinamiento y el aburrimiento que trae consigo, genera situaciones no esperadas.
- Buenos días!! como lo llevas?
El pequeño balcón de mi habitación daba directamente al suyo principal del comedor. Un balcón enorme en el que cabían una tumbona y una mesa. No la había visto, detrás de la mesa, tumbada, y en bikini, estaba tomando el sol, en uno de estos pocos días que el sol pega con fuerza. Si, tenia una constitución extraña, pero al verla allí en bikini, algo saltó. Era excitante, era el tipo de mujer que no estaba obsesionada con la linea, y un pequeño michelín se le marcaba justo por encima de la linea de la bragita. Pechos pequeños, caderas anchas, y como detalle HOT, unos enormes labios vaginales que se marcaban en la tela del bikini.
- Anda, te lo has montado bien.
- Tampoco hay mucho más que hacer y el sol evita las depresiones, deberías hacer lo mismo.
- Mi balcón grande no da al sol.
- Te alquilo el mio. jajajaj
Solo llevábamos una semana confinados, pero se notaba la ausencia de contacto social. Las ideas divertidas y la picaresca estaban en la mente de todos. No me lo plantee como una opción real, pero descubrí que la idea de compartir balcón, no era una broma.
Así comenzamos una rutina, en la que cada mañana salíamos al balcón para hablar, ella tomaba el sol durante los pocos días que hizo calor, yo intentaba no ponerme cachondo, o al menos que no se notara.
- Buenos días!!- la salude.- Hoy no tomas el sol?
Llevaba un pijama casi de franela, se intuía que tenia los pechos sueltos bajo camisa y el trasero carnoso se le marcaba entre la tela.
- Has visto el frio que ha empezado hacer? dicen que van a bajar más las temperaturas. Hay muchísima humedad. Y posiblemente llueva.
- Si cierto, esta como si fuera a llover.
Efectivamente, llovió. No demasiado, pero los días se alternaban, entre lluviosos, fríos o muy húmedos. No volvimos a vernos en tres días.
Pero como digo, hay una clara ausencia de contacto social. Y para mi sorpresa, una posibilidad que no me había planteado, sucedió. El timbre de casa sonó en mi puerta muy pronto esa mañana.
- Buenos días!! puedes venir un momento a mi casa?
No lo dudé, ni mi plantee nada, simplemente cogí mis llaves y entre en su piso. Ella llevaba un pijama similar al del otro dia, pero con camiseta de manga corta. Las temperaturas habían subido ligeramente. Me quede hipnotizado con el movimiento de las carnes de su trasero.
- Perdona, pero es que no quería hablar en el rellano. Ya sabes como están los vecinos controlando todo lo que se mueve.
- Si, es una pasada, están controlando todo el día quien entra y quien sale.
- Por eso. Pero nosotros estamos aquí un poco aislados, no damos ni a una zona con edificios. Estamos realmente muy apartados. Salvo por los vecinos de arriba y abajo. Y nuestros pisos están muy juntos. Parece incluso que sea el mismo piso al que han puesto una pared.
- Eso he pensado muchas veces yo. - No sabia a donde iba.
- Pues eso, que he pensado. ¿por que no nos hacemos un poco de compañía? Dudo que estemos infectados, y mal no hacemos a nadie.
- Pues mala idea no me parece.
Pues así pasamos la mañana, hablando de tonterías, juntos, los dos en pijama, en el comedor de su casa. En mi mente me imagine follando con ella, aunque sabia que con un novio que la visitaba solo para follar, estaba muy complicado, pero claro, hacia días que no se veían a causa de las restricciones.
De pronto empezó a reírse, había cogido el móvil tras recibir un mensaje.
- Que haríamos estos días sin los memes....
- No es un meme, es una noticia real.- Me pasó el móvil.
"Se recomienda no mantener relaciones sexuales, salvo que sea con la persona con la que se convive"
- Nada, a tomar por culo la diversión y el adulterio... comenzó a reírse.
Yo también empecé a reírme por aquella curiosa situación.
- Si, la noticia es un poco extraña y obvia no? es un poco WTF!! No hablan ni de protecciones ni nada... que extraño.
- Ya te digo.... Pero yo me pregunto, tu y yo vivimos en la misma casa?
Ahora entendía todo. Efectivamente, todos teníamos una clara carencia de contacto social, o directamente de sexo.
- Según lo que hemos dicho antes, si, es como si compartiéramos casa. - Dije sonriendo.
- Pues estas tardando en comerme el coño.
Me sorprendió mucho la forma tan directa en la que me lo dijo, pero estaba ya muy cachondo. No tarde ni un segundo en lanzarme encima de ella para besarla. Y como si quisiera cumplir sus deseos, baje hasta sus piernas para meter mi cara entre sus muslos. El primer mordisco suave que le di a los labios vaginales, aun con los pantalones puestos, me indicó dos cosas. Que tenia un coño muy activo y que iba a gustarme mucho comérselo.
No esperé. pues, a quitarle la ropa, y buscando hueco, metí mi boca entre sus piernas buscando con ansiedad poder chupar su clítoris. Ella abrió completamente las piernas, dándome acceso pleno a su coño, con los pantalones aun enredados en sus tobillos. Me sorprendió la enorme elasticidad que tenia pese a estar rellenita.
Si, su clítoris era fuego puro, y sus labios de una carnosidad sin igual. Comí y comí hasta ver como fluían líquidos desde dentro. Me dispuse a penetrarla.
- No tendrás preservativos por casualidad, verdad?
- JA!, te piensas que vas a metermela?
Me quede un poco sorprendido por la reacción tan cortante, pero vi que al mismo tiempo me quitaba los pantalones.
- En mi vida había tenido tantas ganas de hacer un 69. Con lo bien que lo comes, no te voy a dejar parar fácilmente.
Se puso sobre mi, poniendo su coño sobre mi boca, ella me sorprendió comiéndome la polla con ansiedad.
Fue un 69 salvaje, en el que los dos nos hundimos en el sexo del otro. Disfrutando y dando placer al mismo nivel.
Sentí como ella tenia un fuerte orgasmo mientras chupaba su clítoris con mi nariz casi dentro de su coño. Sus fluidos recorrían mi cara, y me ahogaba por la presión que ejercía ella queriendo sentir más mis movimientos bucales.
No pude evitarlo, entre jadeos, y espasmos, me corrí dentro de su boca, y ella al mismo tiempo pareció llegar a un nuevo estadio de placer, subiendo su nivel en el gran orgasmo que estaba teniendo.
En mi vida, una chica en la primera vez, me había comido la polla de aquella manera, o se había tragado el semen con tanta ilusión y deseo. Me miró a la cara sonriendo.
- Joder!! creo que nunca se me había ido tanto la pinza. -y empezó a reir. - Que sepas que me has desvirgado oralmente.
- Como? a que te refieres?
- A que nunca he tenido un 69, y que nunca he probado el semen.
- A, que sorpresa. Y?
-Que espero que en el cuarto puedas repetir lo que has hecho, y puestos a descubrir, espero que me descubras otras cosas también.
Ahora mismo la cuarentena no me parece tan mala.
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