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La joven del agua

Ya la había visto en varias ocasiones. Normalmente acompañada de un grupo de chicos que no dejaban de hablar de sexo sin importarles quien escuchaba. Ella se mantenía al margen como única chica y solo reía de vez en cuando sin entrar en materia. Era un grupo habitual en la piscina. Pero ese día estaba sola, tumbada en el césped tomando el sol. En cuanto lo vio, se incorporo y le saludo sonriendo.

- Hola, parece que hoy tenemos la piscina para nosotros solos.

Era cierto, sin entender porque, había ciertas horas del día en las que la piscina estaba desierta. Él había aprendido a usarlas para poder nadar con tranquilidad. Observo con atención a la chica, no sabia su nombre, pero sabia que estaba muy buena y tenia un cuerpazo. Se metió en el agua rápidamente y ella volvió a tumbarse.

Dentro del agua dejo de pensar en su joven y guapa vecina, pero en un momento de flojera la miro. La visión era la de una diosa, podía observar las deliosas formas de sus piernas y su trasero. Entre las piernas, un pequeño bikini, mostraba un coño carnoso debidamente tapado. Ella pareció darse cuenta de que la observaba, se giro, lo miro, le sonrió, y se incorporo para desabrocharse la parte superior del bikini y meneando ligeramente el trasero volvió a tumbarse.

Desde ese momento no consiguió quitarse a la vecina de la cabeza. Era deliciosa, y la vista de su cuerpo era única. Parecía que cada vez tenia mas abiertas las piernas y de vez en cuando levantaba el cuerpo y era plenamente consciente de toda su fisonomía. Ella lo miraba cada cierto tiempo y no dejaba de sonreirle.

Era inevitable. Se le puso el miembro duro como el tronco de un árbol. le sobresalía del pantalón de forma exagerada, y supo que se le notaba el nerviosismo. Intento irse al otro extremo de la piscina, para dejar de mirar a aquella joven.

Pero ese día era su día. La chica se incorporo como si no se acordara que no tenia sujeta la parte superior y se la coloco distraídamente como si no pasara nada. Al sentir la mirada de el, le devolvió una mirada y una sonrisa picara. Termino de levantarse y se metió en el agua.

Ahí comenzó un juego en el que el intentaba no estar muy cerca, para que ella, con las gafas de agua, no viera de lejos su enorme polla. Y así, como si fuese casual, ella choco accidentalmente con el, sin que él pudiera esquivarla.

- Joer que dura la tienes.

Sin poder decir nada, antes de que pudiera decir nada, ella le había metido la mano por el patalón y jugaba con su polla.

- Desde fuera del agua te la he visto y he querido ver como era. Menudo pollón te gastas.

Él intento aprovechar y quiso meterle mano. Ella esquivo todos sus intentos.

- No, mejor así, separados, no sea que piensen que hacemos algo.

La verdad era que a la distancia a la que estaban y tal y como se había colocado, solo parecía que estuvieran hablando. Ella comenzó entonces a masturbarle rápidamente. Él quería follársela. Meterle hasta el fondo todo ese pollón.

- Me estoy poniendo cardíaco, como no dejes que te folle aquí va a darme un infarto.

- Solo quiero jugar un poco. Aquí no vas a follarme.

Le masturbaba como una autentica experta, y contra su deseo se corrió en una abundante explosión de semen.

- Alaaaaa!! si que has dejado buena la piscina.- y sacando la mano miro los restos adheridos en los dedos.- Esto cuesta quitarlo ahora.

Y riendo salio de la piscina, se limpio los restos de semen en la tohalla y se fue corriendo a su casa. Dejando
lo a él con un montón de preguntas sobre lo que había pasado y unas ganas tremendas de demostrarle que podían haber echo mucho mas que solo eso.

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